Aceite de girasol obtenido 100% a partir de prensado de granos de girasol alto oleico, sin uso de solventes o productos químicos. El aceite alto oleico es muy adecuado para freír, ya que tolera altas temperaturas sin perder sus propiedades; en repostería se utiliza para la panificación y confitería en general por su alto poder de conservación y como sustituto de grasas hidrogenadas y animales (nocivas para la salud), por su contenido lipídico mucho más saludable; Su ingesta reduce el colesterol de tipo LDL, conocido como “colesterol malo” – y con él, los riesgos de enfermedades cardiovasculares-, mientras que tiene un efecto neutral sobre el colesterol HDL, o “bueno”. Además, posee altos contenidos de vitamina E que proporcionan antioxidantes a nivel celular. Posee un sabor y olor neutros, por lo que torna más agradables los alimentos que con él se elaboran; es más resistente a la auto-oxidación, lo que conlleva a que pueda ser conservado por más tiempo que el aceite de girasol convencional y contribuyendo a extender la vida útil si es usado como ingrediente en otros alimentos; tiene mayor estabilidad cuando expuesto a altas temperaturas, lo que implica que es más adecuado para cocinar. Mínimo de % oleico: 80%